Sabores de Sevilla: Clorofila

Situado muy cerca de la torre de plata y la casa de la moneda, nos encontramos con el Clorofila, un bar restaurante ambientado en una jungla tropical, es un sitio original e innovador dentro de lo habitual en Sevilla. Con disponibilidad de tapas y mesa.

Carta

Fuimos con una oferta de el tenedor, por la que nos hacían un 40% de descuento pidiendo 2 medias mínimo por comensal. La comida está buena y el precio, aunque no es barato, es competitivo respecto a la calidad de sus productos.

Lo primero que nos trajeron fueron las croquetas de queso y membrillo. Simplemente, deliciosas. Cremosas, muy bien fritas, con un toque dulce que las hacían diferentes pero estupendas.

El steak tarta de toro, muy bien realizado, sin resultar fuerte ni picante, acompañado de unos panes con un poco de ajo, lo que le daba un toque especial. Recomendable.

A continuación, nos trajeron la ventresca de atún sobre crema de zanahorias y coco, estando el atún fresco y jugoso, nada seco.

El pulpo a la parrilla sobre vichyssoise y gotas de komche, un imprescindible de este lugar en mi opinión. La vichyssoise estaba perfecta, suave y sin quitarle el sabor de la parrilla a un pulpo tierno.

Los dos platos que nos quedan fueron los que menos éxito tuvieron: el mini confit de pato laqueado con miel de caña y los parpadelle con boloñesa de retinto. Estos últimos, pese a estar muy ricos, es algo más fácil de encontrar y a un buen nivel, con lo que quizás recomiendo probar otros platos de la carta. Respecto al pato laqueado, estaba demasiado churruscado, eliminando bastante el sabor en sí del plato, pasando muy desapercibido.

Pedimos todo para compartir entre tres personas y lo cierto es que acabamos bastante llenos.

En resumen, el clorofila me parece un sitio que merece la pena visitar, quizás la próxima vez vuelva para probar la parte de tapas.