Un clásico de Sevilla, el Salvador Rojo. He tenido el placer de comer en este restaurante en más de una ocasión, cuando estaba en la calle San Fernando y, posteriormente, en Manuel Siurot.
Ahora también se puede disfrutar de tapas en el Bar 33, gastrobar pertenciente a la casa, con terraza incluida, en la misma localización del restaurante. Lo cierto es que nunca he probado este gastrobar.
El local es agradable desde el primer momento, amplio y acogedor, sin ser ruidoso y con mesas adecuadas para distintos tamaños de grupo.
Siempre había cumplido las espectativas, un gran servicio y un precio adecuado a su excelente calidad. Al acudir hoy, íbamos con la idea clara del conocido "largo y estrecho", ahora llamado Menú Degustación.
Lo primero que nos llama la atención es que el menú degustación verano es distinto en la página web al del restaurante, siendo además menos platos que antiguamente, aunque más contundentes.
Como aperitivo de la casa, nos traen tres aperitivos en uno, consistentes en unos boquerones en vinagre, cuadrados de gelatina y gamba con un poco de guacamole, unas patatas aliñadas acompañadas de atún ahumado y unos espárragos con espuma de mayonesa y tomates secos. Cumplen la calidad, aunque no destacaban, en especial los espárragos, los cuales estaban algo sosos.
Pasamos al siguiente plato, un clásico como el taco de Foie-gras y manzana verde, mermelada de cebolla y ciruela confitada al Pedro Ximenez. Exquisito, este triunfó sin duda alguna.
Continuamos con ravioli de cola de toro, setas y con salsa de foie y toques de trufa. También excelente, la cola de toro tenía un sabor fuerte (suficiente para simular el toque de setas) pero agradable.
El pescado, un rodaballo asado con salsa de piquillos y verduras salteadas, estaba algo seco, pero bueno, sin destacar mucho más allá de la calidad del pescado en sí.
Terminamos los platos fuertes con un solomillo de buey gallego a la parrilla, sobre un puré cremoso de patatas y acompañado por una milhojas de patata y bacon, yuca frita y bañado por una salsa de mostaza y miel. Un plato sabroso, pero demasiado fuerte para un menú degustación.
Antes de pasar el postre, nos sirvieron una selección de quesos, en nuestro caso, camembert, queso manchego y cheddar, acompañado de mermeladas y jaleas.
Finalmente, el postre consistía en un cremoso de chocolate negro. bañado en sopa del blanco y helado de vainilla, con láminas de chocolate blanco, no llegando a ser original, pero destacando en su sabor.
La sensación al salir es muy buena, sin duda alguna. Lugar agradable, bien servido y con una calidad excelente. Eso sí, aquellos que lo conocemos con anterioridad, podremos notar un cambio en la originalidad de los platos y la variedad.
Sin duda, Salvador Rojo es recomendable para ocasiones especiales, ya que es de los pocos en Sevilla que oferten este tipo de servicios con gran calidad, pero remarcando la pérdida de originalidad antaño siempre conseguida.
Boquerones en vinagre con cuadrados de gelatina y gamba, acompañada de guacamole y ta |
Patatas aliñadas acompañadas de atún ahumado |
Espárragos con espuma de mayonesa y tomates secos |
Taco de Foie-gras y manzana verde, mermelada de cebolla y ciruela confitada al P.X. |
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Rodaballo asado con salsa de piquillos y verduras salteadas |
Solomillo de buey gallego a la parrila, sobre puré cremoso de patatas y acompañado por una milhojas de patata y bacon, yuca frita y bañado por una salsa de mostaza y miel |
Surtido de quesos de temporada |
Cremoso de chocolate negro, bañado en sopa del blanco y helado de bainilla, con láminas de chocolate blanco |
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